Un suspiro se nos da cuando nos acordamos de alguien, cuando pensamos en algo hermoso de la vida o cuando perdemos una luz que pudo haber cambiado nuestra vida…

Por eso les cuento que en nuestra actualidad los “accidentes” como dicen la mayoría de las personas, es la preocupación no de Colombia si no del mundo entero; se preguntaran ¿que clase de accidentes hablo yo? Pues bien, hablo de los embarazos no deseados los cuales son más frecuentes en nuestras adolescentes sea por el motivo que sea, algunas de ellas recurre al método más fácil o podríamos decir la vía que para ellas es correcta… el aborto.

Lamentablemente la falta de confianza y de atención en los hijos La luz que se ve reflejada en cada una de ellas se apaga cuando deciden terminar con una vida la cual es un pedacito de ellas, un suspiro que llena hasta el fondo de la existencia, un suspiro delirante al saber que la decisión hubiera sido lo contrario y tendría la dicha de compartir con un pedacito de carne de ella misma, ver la sonrisa de un ser como gratitud por haberle brindado la oportunidad de la vida.

Como dije antes la falta de atención de los padres con los hijos permite este dolor que no va con una sola persona si no con toda la familia, no es el hecho de que cada adolescente vaya a educarse y quite sus dudas en el aula si no que sus padres le enseñen cada cambio físico que se va dando en el transcurso de los años, como también los diferentes métodos de planificación y no hacer de esto un tabú pues hoy en día se ha implementado en explicarles a los niños desde los 10 años para que no tengan en su futuro un embarazo no deseado. Porque no es una responsabilidad de uno, ni de dos si no de todos el poder contribuir al buen desarrollo físico, emocional, ético y moral a cada persona que forja el futuro de nuestro mundo haciendo que estos no lleguen a ser SUSPIROS EN EL SILENCIO.