En Estados Unidos se encontraba una bella chica, una barbie trigueña, todo lo que un hombre desea; ella, quien creció junto con sus hermanas creía que siempre le tocaría estar pendientes de ellas, sabiendo que sus padres trabajaban en Colombia fuertemente para brindarles una vida cómoda y nunca les hicieran falta sus estudios, mientras que una tía las cuidaba.
“La barbie” como suelen decirle sus más allegados llegó a Colombia, decidió por si misma estudiar al lado de sus seres más queridos los cuales son sus padres; ellos se alegraron al verla y mandaron traer a las dos hijas quienes todavía se encontraban en Estados Unidos.
Comunicación Social y Periodismo opta por estudiar, inicia con muchas expectativas y con ansias de conocer nuevas amistades.
Amistades que con el tiempo si irían aferrando más, pues estudiar en Villavicencio en un país más de Colombia; lleno de flora y fauna. Hace que los sentimientos sean vulnerables. Aquí es donde comparte con dos personas excepcionales que enriquecen y llena su vida día tras día cada vez que llega a la Universidad. Francisco y Alejandra.
Francisco poco a poco se fue enamorando de Gyongyi quien creía que era sumamente prepotente, engreída e histérica pero comprobó todo lo contrario cuando compartía con ella cada hora del día; mientras que con Alejandra mantiene su unión de “mejores amigas por siempre” una unión de fuerza, fidelidad y comprensión.
Con estas dos personas ella comparte cada evento que es invitada por ser una de las mejores de la carrera que estudia. Esta terminando de formarse como Comunicadora Social y Periodista a sus 20 años de edad, inclinándose por la comunicación organizacional la cual le encanta y se esmera por aprender todo de ella.
Una Bogotana más que demuestra que para salir adelante no se necesita de tener visa e irse del país, si no triunfar en el, pero sobre todo sentirse feliz de lo que hace y practica, su profesión.
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